En el corazón de la ciudad de Nueva York, donde late con más fuerza el pulso de las finanzas globales, la historia de Ruth comenzó no en imponentes edificios de oficinas, sino en el electrizante piso de la Bolsa de Productos Básicos de Nueva York. Fue aquí, en medio del caos controlado del trading, donde sentaría las bases de una carrera marcada por la adaptabilidad, la determinación y un compromiso inquebrantable para marcar la diferencia.
Como nativa de Nueva York, el viaje educativo de Ruth en la Universidad de St. John, donde estudió Comunicaciones y Gestión Empresarial, fue solo el comienzo. La verdadera educación comenzó en ese parqué, donde las decisiones en fracciones de segundo y las interacciones de alto riesgo se convirtieron en lecciones diarias de resiliencia.
"Era un ambiente loco y emocionante, y aprendí mucho en esos primeros días", recuerda Ruth, con los ojos iluminados al recordarlo. Esas lecciones resultarían invaluables cuando se mudó a Oppenheimer (ahora CIBC Oppenheimer), donde la mesa de operaciones se convirtió en su nueva aula de gestión y operaciones de clientes.
American Express marcó el siguiente capítulo importante en la historia de Ruth, donde pasaría 15 años desarrollando su experiencia en gestión de clientes y marketing. "American Express me dio la oportunidad de combinar mi pasión por las relaciones con los clientes con iniciativas de marketing estratégicas", comparte Ruth. Fue aquí donde descubrió su talento para construir relaciones duraderas con los clientes mientras impulsaba iniciativas estratégicas de marketing.
En un mundo que a menudo exige elegir entre carrera y familia, Ruth tomó una decisión decisiva: se alejó de su próspera carrera para concentrarse en criar a su hija. "Pasar esos cinco años siendo ama de casa fue una de las experiencias más gratificantes de mi vida", reflexiona Ruth. Fue una decisión que más tarde resultaría no ser un final, sino un nuevo y poderoso comienzo.
Cuando llegó el momento de regresar al mundo profesional, Ruth encontró su camino a través de Blend, un nombre que conocía bien desde sus inicios como Consultants 2 Go. "Conocía a gente de American Express que había hecho la transición a Blend y hablaban muy bien de la empresa", explica. La transición no se trataba sólo de volver al trabajo: se trataba de reinvención.
Su trayectoria en Blend comenzó en la ejecución de marketing, una función que impulsó sus capacidades analíticas en nuevas direcciones. Con su franqueza característica, Ruth señala: "Si bien el puesto no era perfecto para mí, la experiencia reforzó la flexibilidad de la consultoría. Pude tener conversaciones honestas con mi equipo y hacer la transición a un puesto que realmente se alineaba con mi experiencia".
Hoy, Ruth aporta su amplia experiencia a Citi Retail Services, donde ha pasado tres años sobresaliendo en gestión de clientes y operaciones de cumplimiento. Su puesto combina el conocimiento estratégico adquirido en American Express con nuevos desafíos en el cambiante panorama de los servicios financieros.
"Trabajar estrechamente con MasterCard y administrar los productos de marca compartida de Citi ha sido increíblemente gratificante", comparte. "Me inspira particularmente la presencia global de Citi y su compromiso de marcar la diferencia. Tener una mujer como directora ejecutiva es empoderante, y la dedicación de la compañía al impacto en la comunidad a través de esfuerzos filantrópicos es realmente admirable".
Para Ruth, el éxito en la consultoría no se trata solo de experiencia técnica: se trata de construir relaciones significativas y generar cambios positivos. "Trabajo con colegas increíbles que aportan perspectivas únicas. Es un ambiente de aprendizaje constante", explica. La cultura colaborativa en Citi se ha convertido en un pilar de su experiencia, donde se siente "valorada como miembro del equipo".
Cuando se le preguntó qué consejo daría a los aspirantes a consultores, la respuesta de Ruth refleja su enfoque reflexivo hacia el desarrollo profesional: "Esté abierto a aprender, acepte desafíos y no tenga miedo de cambiar si algo no le parece bien". Ella enfatiza particularmente la importancia del equilibrio entre la vida laboral y personal, hablando desde su experiencia como madre trabajadora.
A medida que Ruth traza su rumbo hacia adelante, su visión se extiende más allá de los logros personales. Le apasiona inspirar a la próxima generación, en particular a las mujeres jóvenes de su comunidad, a considerar carreras en servicios financieros. "La representación importa", enfatiza Ruth. "Quiero mostrarles que pueden sobresalir y marcar la diferencia en esta industria".
Desde el piso de operaciones hasta la sala de juntas, desde las cimas de su carrera hasta el enfoque familiar y viceversa, el viaje de Ruth encarna el poder de la autenticidad, la adaptabilidad y la acción decidida. Su historia nos recuerda que una trayectoria profesional no tiene que ser lineal para tener éxito; a veces, los viajes más significativos son aquellos que dejan espacio para los momentos más importantes de la vida.
En el corazón de la ciudad de Nueva York, donde late con más fuerza el pulso de las finanzas globales, la historia de Ruth comenzó no en imponentes edificios de oficinas, sino en el electrizante piso de la Bolsa de Productos Básicos de Nueva York. Fue aquí, en medio del caos controlado del trading, donde sentaría las bases de una carrera marcada por la adaptabilidad, la determinación y un compromiso inquebrantable para marcar la diferencia.
Como nativa de Nueva York, el viaje educativo de Ruth en la Universidad de St. John, donde estudió Comunicaciones y Gestión Empresarial, fue solo el comienzo. La verdadera educación comenzó en ese parqué, donde las decisiones en fracciones de segundo y las interacciones de alto riesgo se convirtieron en lecciones diarias de resiliencia.
"Era un ambiente loco y emocionante, y aprendí mucho en esos primeros días", recuerda Ruth, con los ojos iluminados al recordarlo. Esas lecciones resultarían invaluables cuando se mudó a Oppenheimer (ahora CIBC Oppenheimer), donde la mesa de operaciones se convirtió en su nueva aula de gestión y operaciones de clientes.
American Express marcó el siguiente capítulo importante en la historia de Ruth, donde pasaría 15 años desarrollando su experiencia en gestión de clientes y marketing. "American Express me dio la oportunidad de combinar mi pasión por las relaciones con los clientes con iniciativas de marketing estratégicas", comparte Ruth. Fue aquí donde descubrió su talento para construir relaciones duraderas con los clientes mientras impulsaba iniciativas estratégicas de marketing.
En un mundo que a menudo exige elegir entre carrera y familia, Ruth tomó una decisión decisiva: se alejó de su próspera carrera para concentrarse en criar a su hija. "Pasar esos cinco años siendo ama de casa fue una de las experiencias más gratificantes de mi vida", reflexiona Ruth. Fue una decisión que más tarde resultaría no ser un final, sino un nuevo y poderoso comienzo.
Cuando llegó el momento de regresar al mundo profesional, Ruth encontró su camino a través de Blend, un nombre que conocía bien desde sus inicios como Consultants 2 Go. "Conocía a gente de American Express que había hecho la transición a Blend y hablaban muy bien de la empresa", explica. La transición no se trataba sólo de volver al trabajo: se trataba de reinvención.
Su trayectoria en Blend comenzó en la ejecución de marketing, una función que impulsó sus capacidades analíticas en nuevas direcciones. Con su franqueza característica, Ruth señala: "Si bien el puesto no era perfecto para mí, la experiencia reforzó la flexibilidad de la consultoría. Pude tener conversaciones honestas con mi equipo y hacer la transición a un puesto que realmente se alineaba con mi experiencia".
Hoy, Ruth aporta su amplia experiencia a Citi Retail Services, donde ha pasado tres años sobresaliendo en gestión de clientes y operaciones de cumplimiento. Su puesto combina el conocimiento estratégico adquirido en American Express con nuevos desafíos en el cambiante panorama de los servicios financieros.
"Trabajar estrechamente con MasterCard y administrar los productos de marca compartida de Citi ha sido increíblemente gratificante", comparte. "Me inspira particularmente la presencia global de Citi y su compromiso de marcar la diferencia. Tener una mujer como directora ejecutiva es empoderante, y la dedicación de la compañía al impacto en la comunidad a través de esfuerzos filantrópicos es realmente admirable".
Para Ruth, el éxito en la consultoría no se trata solo de experiencia técnica: se trata de construir relaciones significativas y generar cambios positivos. "Trabajo con colegas increíbles que aportan perspectivas únicas. Es un ambiente de aprendizaje constante", explica. La cultura colaborativa en Citi se ha convertido en un pilar de su experiencia, donde se siente "valorada como miembro del equipo".
Cuando se le preguntó qué consejo daría a los aspirantes a consultores, la respuesta de Ruth refleja su enfoque reflexivo hacia el desarrollo profesional: "Esté abierto a aprender, acepte desafíos y no tenga miedo de cambiar si algo no le parece bien". Ella enfatiza particularmente la importancia del equilibrio entre la vida laboral y personal, hablando desde su experiencia como madre trabajadora.
A medida que Ruth traza su rumbo hacia adelante, su visión se extiende más allá de los logros personales. Le apasiona inspirar a la próxima generación, en particular a las mujeres jóvenes de su comunidad, a considerar carreras en servicios financieros. "La representación importa", enfatiza Ruth. "Quiero mostrarles que pueden sobresalir y marcar la diferencia en esta industria".
Desde el piso de operaciones hasta la sala de juntas, desde las cimas de su carrera hasta el enfoque familiar y viceversa, el viaje de Ruth encarna el poder de la autenticidad, la adaptabilidad y la acción decidida. Su historia nos recuerda que una trayectoria profesional no tiene que ser lineal para tener éxito; a veces, los viajes más significativos son aquellos que dejan espacio para los momentos más importantes de la vida.